lunes, 18 de junio de 2012

PROBLEMAS EMOCIONALES DE RELACIÓN


La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por el cúmulo de cambios que se producen.
A los adolescentes no solo les afectan los cambios físicos pues también hay cambios importantes a nivel de desarrollo emocional y mental.








Sus cerebros funcionan de una forma acelerada, tienen que asumir los cambios que se están produciendo en su cuerpo y en sus vidas y a veces sienten que nadie les puede entender.


No es fácil ser adolescente pero tampoco es fácil ser padres de un adolescente.
Ellos están con la sensibilidad a flor de piel y, a veces, los padres perdemos un poco la paciencia y olvidamos que nosotros, en su momento, también tuvimos esas vivencias y nos sentíamos tan perdidos como ellos.





Algunos de los problemas emocionales más frecuentes

Los cambios físicos en los adolescentes son evidentes pero los emocionales tal vez nos pasen más desapercibidos.
Puede que les invada la tristeza, que sientan ganas de llorar, que estén más rebeldes de lo normal.




Estos son algunos de los problemas emocionales por los que puede pasar un adolescente:


* Problemas de autoestima: en ocasiones si los adolescentes reciben muchas críticas ya sea de sus padres o de otros compañeros puede instalarse en ellos la idea de que no sirven para nada, de que todo lo hacen mal.
* Depresión: las señales de que un adolescente esta sufriendo una depresión son diferentes de las de los adultos. Debemos estar atentos a sus reacciones y su comportamiento. Fijarnos si esta más irritable de lo habitual, más triste o incluso si se expone a actividades de riesgo.
* Anorexia o bulimia: estos problemas se generan en la mente de los adolescentes, no les gusta su cuerpo, piensan que están muy pasados de peso y quieren perderlo a toda costa.
* Timidez excesiva: el exceso de timidez puede causar a los adolescentes problemas para relacionarse con normalidad con sus compañeros y con los adultos.
* Trastornos de ansiedad: causados por miedos o fobias ante algunas situaciones.
* Estrés: es uno de los grandes problemas de los adolescentes. Son muchas las causas que les pueden provocar el estrés. Lo que los padres les exigimos, el tomar las decisiones adecuadas en lo referente a los estudios, ser aceptados por el grupo de amigos, etc.
La adolescencia es una etapa de la vida caracterizada por el cúmulo de cambios que se producen.
A los adolescentes no solo les afectan los cambios físicos pues también hay cambios importantes a nivel de desarrollo emocional y mental.
Sus cerebros funcionan de una forma acelerada, tienen que asumir los cambios que se están produciendo en su cuerpo y en sus vidas y a veces sienten que nadie les puede entender.


No es fácil ser adolescente pero tampoco es fácil ser padres de un adolescente.
Ellos están con la sensibilidad a flor de piel y, a veces, los padres perdemos un poco la paciencia y olvidamos que nosotros, en su momento, también tuvimos esas vivencias y nos sentíamos tan perdidos como ellos.
Algunos de los problemas emocionales más frecuentes


Los cambios físicos en los adolescentes son evidentes pero los emocionales tal vez nos pasen más desapercibidos.


Puede que les invada la tristeza, que sientan ganas de llorar, que estén más rebeldes de lo normal.


Estos son algunos de los problemas emocionales por los que puede pasar un adolescente:


* Problemas de autoestima: en ocasiones si los adolescentes reciben muchas críticas ya sea de sus padres o de otros compañeros puede instalarse en ellos la idea de que no sirven para nada, de que todo lo hacen mal.
* Depresión: las señales de que un adolescente esta sufriendo una depresión son diferentes de las de los adultos. Debemos estar atentos a sus reacciones y su comportamiento. Fijarnos si esta más irritable de lo habitual, más triste o incluso si se expone a actividades de riesgo.
* Anorexia o bulimia: estos problemas se generan en la mente de los adolescentes, no les gusta su cuerpo, piensan que están muy pasados de peso y quieren perderlo a toda costa.
* Timidez excesiva: el exceso de timidez puede causar a los adolescentes problemas para relacionarse con normalidad con sus compañeros y con los adultos.
* Trastornos de ansiedad: causados por miedos o fobias ante algunas situaciones.
* Estrés: es uno de los grandes problemas de los adolescentes. Son muchas las causas que les pueden provocar el estrés. Lo que los padres les exigimos, el tomar las decisiones adecuadas en lo referente a los estudios, ser aceptados por el grupo de amigos, etc.

Tengamos en cuenta

Es muy importante que los adultos estemos atentos a los cambios en la actitud, en el comportamiento de los adolescentes.
En esta etapa difícil, llena de cambios, ellos han de saber que los adultos estamos dispuestos a ofrecerles toda la ayuda y el apoyo que necesiten, han de entender que no somos el enemigo y que todos esos problemas emocionales por los que se pueden ver afectados tienen solución.

 
 
 
HIGIENE MENTAL




La higiene mental es el conjunto de actividades que permiten que una persona esté en equilibrio con su entorno sociocultural. Estas acciones intentan prevenir el surgimiento de comportamientos que no se adapten al funcionamiento social y garantizar el ajuste psicológico imprescindible para que el sujeto goce de buena salud mental.


La sociedad en general debe involucrarse en la creación de un ambiente propicio para que todas las personas se encuentren en equilibrio con el entorno. La familia, el sistema educativo, el Estado y la religión, por ejemplo, aportan a la higiene mental.

La autonomía, el bienestar subjetivo, el potencial emocional y la competitividad forman parte de los factores que debe cuidar la higiene mental. Es importante tener en cuenta que la ausencia de un desorden mental reconocido (como la esquizofrenia o la psicosis) no implica el bienestar mental.





La salud mental de un individuo se refleja en su comportamiento cotidiano y está vinculada a la capacidad para manejar sus temores y angustias, controlar la ansiedad, enfrentar las dificultades y aliviar las tensiones. Todas las personas deberían poder llevar adelante una vida independiente sin que las relaciones interpersonales afecten su poder de decisión y resolución.


La higiene mental debe ser cuidada por cada individuo a través de hábitos positivos que le permitan mantener el equilibrio interno. La valoración positiva de los rasgos propios y ajenos, la catarsis emocional y el fortalecimiento de la autoestima son algunas de las cuestiones que cualquier persona debe trabajar para proteger su higiene mental y para evitar desequilibrios psicológicos que le impidan desenvolverse con normalidad.

 
Para apoyar a los adolescentes, podemos planear talleres y conferencias con el apoyo de centros como: